El consumo de alcohol y drogas suele iniciarse en la adolescencia y está habitualmente asociado al disfrute del ocio y de las relaciones sociales.
Ciertas características de esta etapa adolescente pueden facilitar el consumo habitual de sustancias, pero si éste se convierte en abusivo puede interferir en el desarrollo saludable del adolescente. Las primeras sustancias y las más consumidas suelen ser el alcohol y el tabaco, seguidas del cannabis, los tranquilizantes, la cocaína, las anfetaminas, el éxtasis y otros alucinógenos.
Existen diferentes formas de consumo: uso, abuso y dependencia.
Las causas podrían ser:
- Habitualmente, el alcohol y las drogas son utilizados como método para superar la timidez, la vergüenza, la inseguridad y la falta de habilidades sociales, buscando la des inhibición, la integración al grupo y la potenciación de las relaciones sociales.
- Los adolescentes consumen para sentirse capaces de dar los primeros pasos para iniciar una relación sentimental y afrontar también otras situaciones nuevas para las que pueden no sentirse preparados.
- Algunas de las causas más importantes son las consecuencias positivas que los adolescentes asocian al consumo de alcohol y drogas, como la alegría, el placer, la euforia, el estado de ánimo positivo, la diversión, etc.
- Los adolescentes utilizan el consumo como medio de afirmar y expresar su identidad y demostrar que han dejado atrás la niñez.
- La publicidad, con anuncios que asocian la bebida con valores y estímulos atractivos para los adolescentes como la amistad, el carácter, el sexo, el riesgo o la aventura.
Efectos nocivos del alcohol
Sus efectos por consumo agudo son la desinhibición, euforia, inestabilidad, depresión respiratoria y vasomotora, hipotermia e, incluso, coma y muerte. A largo plazo, su consumo continuado puede producir alteraciones graves digestivas (sangrado gástrico, cirrosis, pancreatitis), neuropsiquiátricas (encefalopatía, degeneración de diferentes estructuras, demencia, psicosis de Korsakov), cardíacas (arritmias, miocardiopatía), etc.
Efectos nocivos del tabaco
Es causa de muchas muertes por sus efectos perjudiciales cardiovasculares (arterioesclerosis, infarto agudo de miocardio), pulmonares (bronquitis crónica, enfisema) y cancerígenos. También puede provocar tos y expectoración crónicas, alteración del metabolismo hepático de los fármacos, alteraciones del número de células sanguíneas, etc.
Efectos nocivos de la marihuana
Droga que puede consumirse inhalada ("porros" de hierba o de hachís) o vía oral. Por inhalación la absorción es rápida (en unos 10 minutos), por vía oral la absorción es lenta. Provoca de forma aguda relajación, mayor sociabilidad, alteración de la percepción espacio-temporal, enrojecimiento conjuntival, estimula el apetito, taquicardias. A veces pueden darse crisis de pánico y alucinaciones. En los casos de consumo prolongado continuado pueden aparecer: sinusitis, faringitis, disminución de la función ventilatoria pulmonar, síndrome amotivacional (pérdida de interés generalizado), menor crecimiento fetal en las embarazadas, aparición de "flash-backs" (rememoración de episodios pasados vividos como reales. No produce síndrome de abstinencia.
Efectos nocivos de la cocaína
El efecto agudo es estimulante y euforizante. Además puede producir dilatación pupilar, aumento de la frecuencia cardiaca y de la presión arterial, elevación de la temperatura corporal, convulsiones y muerte. Las consecuencias del consumo crónico son cardiovasculares (accidentes cerebrovasculares, infarto de miocardio), hepáticas ( necrosis), nasales (perforación y necrosis del tabique nasal), psiquiátricas (alucinaciones), etc.
Efectos nocivos de las anfetaminas
Ocasionan problemas cardíacos, hipertermia, ideas paranoides y violencia brusca. Provoca síndrome de abstinencia.
Efectos nocivos de esteroides anabolizantes
Consumidos por algunos adolescentes para mejorar los logros deportivos. La ingesta persistente de estos productos conlleva efectos secundarios como daño hepático, retención de líquidos, retraso del crecimiento, alteraciones sexuales (atrofia de testículos y mamas, alteraciones menstruales, ginecomastia), trastornos dermatológicos (acné, cicatrices, hirsutismo), conducta anómala (agresividad, depresión, labilidad emocional), etc.
MALOS HÁBITOS SEXUALES
· Irse a la cama con cualquier persona sin importar si la conoces o no. No solo se corre el riesgo de contraer una Enfermedad de Transmisión Sexual, sino de contraerla y arruinar el resto de la vida sexual, de contagiar luego a una persona que te interese de verdad, de lastimar los sentimientos de alguien más e incluso hasta propios sentimientos.
- No limpiar tus genitales de los residuos de fluidos luego del sexo.
- Higiene excesiva del área genital no es recomendable así como tampoco lo es la falta de higiene. En ambos casos, se da paso a la proliferación bacteriana y esto hace tu cuerpo susceptible a enfermedades e infecciones.
Un médico especialista del IMSS subrayó que el mayor número de las ITS se propaga por contacto sexual y dan lugar a enfermedades crónicas como el VIH/SIDA, complicaciones durante el embarazo, infertilidad y cáncer cervicouterino, entre otras.
Muchos de estos padecimientos pueden tener una presencia asintomática, particularmente en las mujeres, es por ello que el doctor recomendó realizarse una revisión semestral o anual del Papanicolaou, y acudir con el médico familiar ante la presencia de algunos síntomas como flujo, ardor, escozor o cualquier anormalidad.
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